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Cine y Escultura: » LA PASIÓN DE CAMILLE CLAUDEL»

El próximo 14 de junio, martes, a las 18:30h, tendremos una nueva sesión ICRE de Cine y Escultura, donde se proyectará la película LA PASIÓN DE CAMILLE CLAUDEL.

Como es habitual, lo haremos en: Vídeo Club VIDEO INSTAN (Calle de Viladomat 239, 08029 Barcelona)

IMPORTANTE: Debido a que la sala tiene un aforo limitado, existe la necesidad de llevar un cierto control del número de asistentes. Por eso, deberá confirmar su asistencia al correo socis@icre.cat. Esta actividad es gratuita para todos los socios, siempre que se haga la confirmación previamente. De no hacerlo, podrá asistir igualmente (aunque no podremos garantizar que habrá sitio para todos) pagando 5 euros, el mismo importe que los no socios que deseen asistir.

Vídeo Club VIDEO INSTAN

Carrer de Viladomat 239

08029 Barcelona

LA PASIÓN DE CAMILE CLAUDEL

Título original: Camille Claudel

Dirección: Bruno Nuytten, 1988 (Francia)
Reparto: Isabelle Adjani, Gérard Depardieu, Alain Cuny, Madeleine Robinson, Roger Planchon, Philippe Clevenot

Premios:
1989: 2 nominaciones al Oscar: Mejor película extranjera y Actriz (Isabelle Adjani). 1989: Globo de Oro: Nominada Mejor película de habla no inglesa.
1989: Festival de Berlín: Hueso de Plata: Mejor actriz (Isabelle Adjani)
1989: Círculo de Críticos de Nueva York: Nominada a la mejor película extranjera 1988: Premios César: 6 Premios incluyendo Mejor película. 12 nominaciones


Camille Claudel (Fère-en-Tardenois, Aisne, 1864 - Montdevergues, Vaucluse, 1943) fue una escultora francesa, hermana del poeta, dramaturgo y diplomático francés Paul Claudel y amante y colaboradora de Auguste Rodin.
Camille (Isabelle Adjani), la hermana del escritor Paul Claudel, sintió desde pequeña una gran pasión por el arte y especialmente por la escultura a la que dedicó gran parte de su vida. El escultor Auguste Rodin (Gérard Depardieu) fue su maestro, y ella se convirtió en su musa. Entre ambos surgió una tormentosa relación amorosa llena de crisis y rupturas. La escultora también tuvo una vida personal muy agitada: era una mujer demasiado libre e independiente que no se adaptaba a las costumbres y convencionalismos de su época. Al final de su vida, vivió como mendigo y acabó siendo internada en un psiquiátrico por sus problemas mentales. (FILMAFFINITY)


¿Cómo puede Isabelle Adjani no terminar realmente loca cada vez que interpreta uno de estos papeles? Un fascinante enigma. Todo en la película es formalmente perfecto: interpretaciones, ambientación, narración... pero todo queda en vilo, como a la expectativa, cada vez que esta mujer hace el menor movimiento, dejando su impronta en todo. Su Camille Claudel tiene tal presencia que absorbe la vida del filme, que se extingue con ella.

Un poderoso drama sentimental, que nos da una bella visión del amor ofuscado por la fascinación, y de cómo éste se rebaja ante la proyección creadora del artista; proyección e inquietud que no pueden frenarse, si desviarse, aunque sea para perdición del creador.

Se nos habla del amor que es adoración; que busca el ideal de la perfección y la complementariedad; que no es atracción, sino deslumbramiento, y que como el fuego, cautiva, quema, y ​​consume. ¿Qué atrae a Rodin de Camille? Él ya no esculpe, dirige. Otros trabajan para él, y él sólo apunta y firma. Tiene un enfoque pero ha perdido el contacto con la creación pura. Cree que por el camino al flamante éxito y al total reconocimiento que disfruta actualmente, estancado e indolente, perdió algo. Que eligió el camino del éxito y no el de la creación genuina, y que ya no hay vuelta atrás. Por eso se dedica a desconjuntar modelos, en la creencia de que en la postura más incomoda y el movimiento más forzado se debe encontrar indiscutiblemente la inspiración o el secreto del arte, el cual tuvo en su juventud tres palmos de la cara, y que se fue alejando sin remedio. "La inspiración no existe". Pero conoce a Camille. "¿Qué tiene ella que yo he perdido?".

Una joven escultora, que en días pésimos se cuela en las obras de París para llevar barro con el que crear sus obras; que se ensucia, y que en mitad de su trabajo parece una mujer dando a luz. Siente lo que esconde cada material, y siente la necesidad de dotarlo de vida. Sabe que más conocimientos le darán más posibilidad de dar rienda suelta a su arte, de extraer vida a lo inerte, y cree que estos conocimientos bien pueden venir del maestro Rodin. Ambos se encuentran y se enamoran, creyendo que aprenderán el uno del otro. Pero no es así. Camille es la inspiración de Rodin, y éste es el ideal de Camille; ambas cosas inabarcables para ambos. Pueden poseer al otro, crear un vínculo emocional, e incluso dependencia, pero lo que realmente van buscando al otro no lo encontrarán. Su vínculo traba la visión creadora de ambos, y más la de ella. Rodin acaba explotando la vena creativa de Camille, proyectándola a sus trabajos pero sin imbuirse. Cuando Camille ve en esta situación un obstáculo a su total expansividad artística intenta reanudar su camino, reanudar su propia y personal creación, pero su visión estará empañada por su vida reciente. El desengaño se aliará al pesar por enturbiar la sensibilidad de Camille. Sitiada por la sensación de haberse perdido, se irá extraviando cada vez más en sí misma y perdiendo la cordura.

Las escenas de los artistas en comunión con la materia prima, proyectando casi en tránsito lo que ésta puede llegar a ser; inspirados por un puñado de barro o un pedazo de piedra, insuflándoles vida por imposición de manos para que la piedra se levante con la forma que fijaron en mente... son todas buenísimas. Y la recta final es de una excelsa y macabra belleza, con una Adjani inquietante dando la impresión de ser realmente un animal extraviado. Los diálogos entre ella y Depardieu son magníficos, así como la forma de retratar la relación que Camille mantiene con la familia. (Irian hallstatt).

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